Si la columna vertebral está equilibrada y funciona correctamente, permite el buen funcionamiento del cuerpo humano mediante la correcta comunicación de diferentes sistemas: el nervioso, el músculo-esquelético, el vascular y el inmunitario.
Con el paso del tiempo (por desgaste) o de manera más puntual (a causa de un accidente), la columna vertebral puede desequilibrarse y perder su postura normal.
Uno de los "problemas de salud" que se puede producir por el hecho de tener la espalda desequilibrada es la hernia discal o, en menor medida, la protrusión discal. En estos casos las personas pueden sufrir malestares importantes que van desde
dolores en contracturas musculares, sensaciones de hormigueo o pérdida de fuerza y tacto hacia los brazos o las piernas (ciática), dependiendo de si la lesión se encuentra en la región cervical o lumbar y debido al pinzamiento de los nervios que salen hacia estas regiones. El pinzamiento de los nervios se produce, en este caso, por la reducción de espacio entre discos vertebrales.
Tanto la hernia discal como el pinzamiento de los nervios y el malestar que puede sentir cada persona son "efectos secundarios" de una causa principal: una columna vertebral desequilibrada. Por tanto, es lógico que al volver a equilibrar lo mejor posible la columna desequilibrada se pueda mejorar un problema como el de la hernia discal.
Corregir la causa del problema en lugar de tratar los "efectos secundarios" es el objetivo de Joaquín Valdivia, doctor en Quiropráctica (formado en EE.UU.) y especialista en este tipo de desequilibrios de espalda (subluxaciones vertebrales) que sufre tanta gente hoy en día.
Encontrarse bien es una posibilidad y no solo una esperanza, siempre que se sigan los pasos adecuados con paciencia.